martes, 13 de noviembre de 2007

PM

Escribo porque estoy feliz...
y me he dado cuenta que si uno quiere, la vida es maravillosa.

Encontré alguien que me hace sonreir,
alguien en quien puedo reflejarme en sus ojos,
alguien quien tiene una mirada en la que me puedo perder,
alguien que huele rico,
alguien que me llena de besos que nunca van a empalagarme
y quiero más...
Alguien sólo para mí.

Con él me siento en el septimo cielo.

Y es tan lindo despertame y verlo aún dormido a mi lado...
yo... que pensé que estas cosas sólo pasaban en la TV...
y no puedo creer que ahora me haya tocado a mí.

Y disfruto sus ojos cerrados sobre mi almohada,
su respiración sobre la mía,
sus brazos enroscados en mí
destilando ese calor matinal
que hace que el buen día sea todavía mejor!

...

Estaba allí desde el primer momento
en la adrenalina
que circulaba por las venas de tus padres
cuando hacían el amor para concebirte,
y después en el fluido
que tu madre bombeaba a tu pequeño corazón
cuando todavía eras un parásito.

Llegué a ti antes de que pudieras hablar,
más aun de que pudieras entender algo
de lo que los otros ya te hablaban.
Estaba ya, cuando torpemente
intentabas dar tus primeros pasos
ante la mirada burlona y divertida de todos.
Cuando estabas desprotegido y expuesto,
cuando eras vulnerable y necesitado.

Aparecí en tu vida
de la mano del pensamiento mágico,
me acompañaban...
las supersticiones y los conjuros,
los fetiches y los amuletos...
las buenas formas, las costumbres y la tradición...
tus maestros, tus hermanos y tus amigos...

Antes de que supieras que yo existía,
yo dividí tu alma en un mundo de luz y uno de oscuridad.
Un mundo de lo que está bien y otro de lo que no lo está.

Yo te traje los sentimientos de verguenza,
te mostré todo lo que hay en ti de defectuoso,
de feo, de estúpido, de desagradable.

Yo te colgué la etiqueta de "diferente"
cuando te dije por primera vez al oído
que algo no andaba del todo bien contigo.

Existo desde antes de la conciencia,
desde antes de la culpa,
desde antes de la moralidad,
desde los principios del tiempo,
desde que Adán se avergonzó de su cuerpo
al notar que estaba desnudo...¡y lo cubrió!

Soy el invitado no querido,
el visitante no deseado,
y sin embargo
soy el primero en llegar y el último en irme.

Me he vuelto poderoso con el tiempo,
escuchando los consejos de tus padres
sobre cómo triunfar en la vida.
Observando los preceptos de tu religión,
que te dicen qué hacer y qué no hacer
para poder ser aceptado por Dios en su seno.
Sufriendo las bromas crueles
de tus compañeros de colegio,
cuando se reían de tus dificultades.
Soportando las humillaciones de tus superiores.
Contemplando tu desgarbada imagen en el espejo
y comparándola después con las de los "exitosos"
que se muestran por televisión.

Y ahora, por fin,poderoso como soy
y por el simple hechode ser mujer,
de ser negro,
de ser judío,
de ser homosexual,
de ser oriental,
de ser discapacitado,
de ser alto, pequeño, o gordo...
puedo transformarte...
en un montón de basura,
en escoria,
en un chivo expiatorio,
en el responsable universal,
en un maldito bastardo desechable.

Generaciones y generaciones de hombres y mujeres
me apoyan.
No puedes librarte de mí.
La pena que causo es tan insostenible que para soportarme,
deberás pasarme a tus hijos,
para que ellos me pasen a los suyos,
por los siglos de los siglos.
Para ayudarte a ti y a tu descendencia,
me disfrazaré de perfeccionismo,
de altos ideales,
de autocrítica,
de patriotismo,
de moralidad,
de buenas costumbres, de autocontrol.
La pena que te causo es tan intensa,
que querrás negarme
y para eso
intentarás esconderme detrás de tus personajes,
detrás de las drogas,
detrás de tu lucha por el dinero,
detrás de tus neurosis,detrás de tu sexualidad indiscriminada.
Pero no importa lo que hagas,
no importa adónde vayas,
yo estaré allí siempre allí.

Porque viajo contigo día y noche
sin descanso, sin límites.

Yo soy la causa principal de la dependencia,
de la posesividad,
del esfuerzo,
de la inmoralidad,
del miedo,
de la violencia,
del crimen,
de la locura.

Yo te enseñé el miedo a ser rechazado,
y condicioné tu existencia a ese miedo.
De mí dependes para seguir siendo
esa persona buscada, deseada,
aplaudida, gentil y agradable
que hoy muestras a los otros.
De mí dependes
porque yo soy el baúl en el que escondiste
aquellas cosas más desagradables,
más ridículas,
menos deseables de ti mismo.
Gracias a mí,
has aprendido a conformarte
con lo que la vida te da,
porque después de todo,
cualquier cosa que vivas será siempre más
de lo que crees que mereces.

¿Has adivinado, verdad?
Soy el sentimiento de rechazo que sientes por ti mismo

SOY... EL SENTIMIENTO DE RECHAZO QUE SIENTES POR TI MISMO.

Recuerda nuestra historia...

Todo empezó aquel dia gris
en que dejaste de decir orgulloso:
¡YO SOY!
y entre avergonzado y temeroso,
bajaste la cabeza y cambiaste tus dichos y actitudes
por un pensamiento: YO DEBERÍA SER...

jueves, 1 de noviembre de 2007

QUIEN

18 motivos pa’ dejarte,
14 consejos pa’ olvidar,
500 razones para odiarte,
saco la cuenta y a sumar.

Millones de ovejas pa’l desvelo,
cocktail de pastillas pa’ dormir,
14 las muestras de tu pelo
como cuchillos de faquir.

¿Cuándo fue que se fue tu amor?
¿Cómo fue que se fue sin mí?
¡Qué no amanezca, por favor!

Se trepa la luz por la ventana,
se escuchan los autos por ahí;
tu ADN está en la cama
y yo lo clono para mí.
De tantas formas siento miedo
que he preferido no salir.
60 veces dije ‘puedo’,
80 más me arrepentí.

¿Cuándo fue que se fue tu amor?
¿Cómo fue que se fue sin mi?
¿Quién te besó lejos de aquí
mientras te inventaba en la cama?
¿Quién te rozó lejos de mí,
quién te acompaña esta mañana?
¿Cuánto perdí, quién te ganó?
¿Qué hago con este miedo al futuro?,
saco la cuenta y a restar.

Son 7 lunes por semana,
son 30 inviernos cada mes;
las horas son de porcelana,
la vida un juego de ajedrez,
dejaste minas en la casa
con objetivos de matar.

La vida llora cuando pasa,
la suerte ríe en el placard.

lunes, 1 de octubre de 2007

COMO HABLAR - Antonio Vega y Amaral

Si volviera a nacer,
si empezara de nuevo
volveria a buscarte en mi nave del tiempo.
Es el destino quien nos lleva y nos guia
nos separa y nos une
a travez de la vida

Nos dijimos adios y pasaron los años,
volvimos a vernos una noche de sabado
otro pais, otra ciudad,otra vida
pero la misma mirada felina

A veces te mataria
otras en cambio te quiero comer
ojillos de aguamarina

Como hablar
si cada parte de mi mente es tuya
y si no encuentro la palabra exacta
como hablar
Como decirte que me has ganado poquito a poco
tu que llegaste por casualidad
como hablar

Como un pajaro en el fuego
que se muere en tus manos.
Un trozo de hielo deshecho en tus labios,
la radio sigue sonando,
la guerra ha acabado
pero las hogueras no se han apagado aun

A veces te mataria
otras en cambio te quiero comer,
me estas quitando la vida

Como hablar
si cada parte de mi mente es tuya
y si no encuentro la palabra exacta
como hablar
Como decirte que me has ganado poquito a poco
tu que llegaste por casualidad
Como hablar

sábado, 18 de agosto de 2007

Poesia vertical X-44

Me doy vuelta hacia tu lado
en el lecho o la vida
y encuentro que estas hecha de imposible.

Me vuelvo entonces hacia mí
y hallo la misma cosa.

Es por eso
que aunque amemos lo posible,
terminaremos por encerrarlo en una caja,
para que no estorbe más a este imposible
sin el cual no podemos seguir juntos.


(para Laura, otra vez, mientras nos acercamos)
ROBERTO JUARROZ

lunes, 13 de agosto de 2007

Todavia. Mario Benedetti

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría

palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo

tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto

nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa

sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía

pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro

y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido

y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más todavía.

AMAR CON LOS OJOS ABIERTOS

Hay una actitud que te llena el alma y te entrega al éxito

"Amar con los ojos abiertos"

Allí no existen esas preguntas, porque están las respuestas.
Quién puede dudar de una mirada franca, tierna y sincera, si la estás viendo.
De la caricia cálida, que te electrifica el cuerpo mientras te roza, si la estás sintiendo.
De tu cuerpo mimetizado, perdido entre el tiempo y el perfume, si estás amando.
Sólo se consigue activar estos sentidos si amás siempre con los ojos abiertos.
La naturaleza nos deja su enseñanza a nuestro alcance. Con sólo sentarte una tarde en el banco de una plaza y observas a los pájaros, los verás que están siempre alerta del mundo que los rodea. No construyen sobre el deseo, viven la realidad.

12. Oliverio Girondo

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangunlan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden y se entregan.

Tabaqueria. Fernando Pessoa

Fernando Pessoa
Tabaquería

No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.


Ventanas de mi cuarto,
de mi cuarto de uno de los millones de gente que nadie
sabe quién es
(y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?),
dais al misterio de una calle constantemente cruzada
por la gente,
a una calle inaccesible a todos los pensamientos,
real, imposiblemente real, evidente, desconocidamente
evidente,
con el misterio de las cosas por lo bajo de las piedras y
los seres,
con la muerte poniendo humedad en las paredes y
cabellos blancos en los hombres,
con el Destino conduciendo el carro de todo por la
carretera de nada.


Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme
y no tuviese otra fraternidad con las cosas
que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de
la calle
la fila de vagones de un tren, y una partida pintada
desde dentro de mi cabeza,
y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos a
la ida.


Hoy me siento perplejo, como quien ha pensado y
opinado y olvidado.
Hoy estoy dividido entre la lealtad que le debo
a la tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real
por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real
por dentro.


He fracasado en todo.
Como no me hice ningún propósito, quizá todo no
fuese nada.
El aprendizaje que me impartieron,
me apeé por la ventana de las traseras de la casa.
Me fui al campo con grandes proyectos.
Pero sólo encontré allí hierbas y árboles,
y cuando había gente era igual que la otra.
Me aparto de la ventana, me siento en una silla.
¿En qué voy a pensar?
¿Qué sé yo del que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? Pero ¡pienso ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan ser lo mismo que no puede
haber tantos!
¿Un genio? En este momento
cien mil cerebros se juzgan en sueños genios como yo,
y la historia no distinguirá, ¿quién sabe?, ni a uno,
ni habrá sino estiércol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay locos perdidos con tantas
convicciones!
Yo, que no tengo ninguna convicción, ¿soy más
convincente o menos convincente?


No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
no hay en estos momentos genios-para-sí-mismos
soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
-sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas-,
y quién sabe si realizables, no verán nunca la luz del sol
verdadero ni encontrarán quien les preste oídos?
El mundo es para quien nace para conquistarlo, aunque
tenga razón.
He soñado más que lo que hizo Napoleón.
He estrechado contra el pecho hipotético más
humanidades que Cristo,
he pensado en secreto filosofías que ningún Kant
ha escrito.
Pero soy, y quizá lo sea siempre, el de la buhardilla,
aunque no viva en ella;
seré siempre el que no ha nacido para eso;
seré siempre el que tenía condiciones;
seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al
pie de una pared sin puerta
y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
y oyó la voz de Dios en un pozo tapado.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Derrámame la naturaleza sobre mi cabeza ardiente
su sol, su lluvia, el viento que tropieza en mi cabello,
y lo demás que venga si viene, o tiene que venir, o
que no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
conquistamos el mundo entero antes de levantarnos
de la cama;
pero nos despertamos y es opaco,
nos levantamos y es ajeno,
salimos de casa y es la tierra entera,
y el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.


(¡Come chocolatinas, pequeña,
come chocolatinas!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que las
chocolatinas, mira que todas las religiones no
enseñan más que la confitería.
¡Come, pequeña sucia, come!
¡Ojalá comiese yo chocolatinas con la misma verdad
con que comes!
Pero yo pienso, y al quitarles la platilla, que es de papel
de estaño,
lo tiro todo al suelo, lo mismo que he tirado la vida.)


Pero por lo menos queda de la amargura de lo que
nunca seré
la caligrafía rápida de estos versos,
pórtico partido hacia lo Imposible.
Pero por lo menos me consagro a mí mismo un
desprecio sin lágrimas,
noble, al menos, en el gesto amplio con que tiro
la ropa sucia que soy, sin un papel, para el transcurrir
de las cosas,
y me quedo en casa sin camisa.


(Tú, que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
o diosa griega, concebida como una estatua que
estuviese viva,
o patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
o princesa de trovadores, gentilísima y disimulada,
o marquesa del siglo dieciocho, descotada y lejana,
o meretriz célebre de los tiempos de nuestros padres,
o no sé qué moderno -no me imagino bien qué-,
todo esto, sea lo que sea, lo que seas, ¡si puede inspirar,
que inspire!
Mi corazón es un cubo vaciado.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus, me
invoco
a mí mismo y no encuentro nada.
Me acerco a la ventana y veo la calle con absoluta claridad,
veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan,
veo a los entes vivos vestidos que se cruzan,
veo a los perros que también existen,
y todo esto me pesa como una condena al destierro,
y todo esto es extranjero, como todo.)


He vivido, estudiado, amado, y hasta creído,
y hoy no hay un mendigo al que no envidie sólo por no
ser yo.
Miro los andrajos de cada uno y las llagas y la mentira,
y pienso: puede que nunca hayas vivido, ni estudiado, ni
amado ni creído
(porque es posible crear la realidad de todo eso sin
hacer nada de eso);
puede que hayas existido tan sólo, como un lagarto al
que cortan el rabo
y que es un rabo, más acá del lagarto, removidamente.


He hecho de mí lo que no sabía,
y lo que podía hacer de mí no lo he hecho.
El dominó que me puse estaba equivocado.
Me conocieron enseguida como quien no era y no lo
desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme el antifaz,
lo tenía pegado a la cara.
Cuando me lo quité y me miré en el espejo,
ya había envejecido.
Estaba borracho, no sabía llevar el dominó que no me
había quitado.
Tiré el antifaz y me dormí en el vestuario
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo
y voy a escribir esta historia para demostrar que soy
sublime.


Esencia musical de mis versos inútiles,
ojalá pudiera encontrarme como algo que hubiese hecho,
y no me quedase siempre enfrente de la tabaquería de
enfrente,
pisoteando la conciencia de estar existiendo
como una alfombra en la que tropieza un borracho
o una estera que robaron los gitanos y no valía nada.


Pero el propietario de la tabaquería ha asomado por la
puerta y se ha quedado a la puerta.
Le miro con incomodidad en la cabeza apenas vuelta,
y con la incomodidad del alma que está comprendiendo
mal.
Morirá él y moriré yo.
Él dejará la muestra y yo dejaré versos.
en determinado momento morirá también la muestra, y
los versos también.
Después de ese momento, morirá la calle donde estuvo
la muestra,
y la lengua en que fueron escritos los versos,
morirá después el planeta girador en que sucedió todo
esto.
En otros satélites de otros sistemas cualesquiera algo así
como gente
continuará haciendo cosas semejantes a versos y
viviendo debajo de cosas semejantes a muestras,
siempre una cosa enfrente de la otra,
siempre una cosa tan inútil como la otra,
siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
siempre el misterio del fondo tan verdadero como el
sueño del misterio de la superficie,
siempre esto o siempre otra cosa o ni una cosa ni la otra.


Pero un hombre ha entrado en la tabaquería (¿a
comprar tabaco?),
y la realidad plausible cae de repente encima de mí.
Me incorporo a medias con energía, convencido,
humano,
y voy a tratar de escribir estos versos en los que digo
lo contrario.
enciendo un cigarrillo al pensar en escribirlos
y saboreo en el cigarrillo la liberación de todos los
pensamientos.
Sigo al humo como a una ruta propia,
y disfruto, en un momento sensitivo y competente,
la liberación de todas las especulaciones
y la conciencia de que la metafísica es una consecuencia
de encontrarse indispuesto.


Después me echo para atrás en la silla
y continúo fumando.
Mientras me lo conceda el destino seguiré fumando.
(Si me casase con la hija de mi lavandera
a lo mejor sería feliz.)
Visto lo cual, me levanto de la silla. Me voy a la ventana.


El hombre ha salido de la tabaquería (¿metiéndose el
cambio en el bolsillo de los pantalones?).
Ah, le conozco: es el Esteves sin metafísica.
(el propietario de la tabaquería ha llegado a la puerta.)
Como por una inspiración divina, Esteves se ha vuelto y
me ha visto.
Me ha dicho adiós con la mano, le he gritado ¡Adiós,
Esteves!, y el Universo
se me reconstruye sin ideales ni esperanza, y el propietario
de la tabaquería se ha sonreído.

Poema

El pasado quedó atrás,
el futuro aún no ha llegado,
el presente se nos escapa;
las cosas cambian continuamente,
sin ningún fundamento firme;
tantos nombres y palabras confusamente creados por sí mismos,
¿cuál es la utilidad de la vida, que transcurre inútilmente día a día?
No retengas tus viejas ideas;
no persigas tus nuevas fantasías;
sincera e incondicionalmente,
indaga y reflexiona en tu interior;
indagar y reflexionar, reflexionar e indagar,
hasta que llega el momento en ya no son posibles más indagaciones;
ése es el momento en que podrás comprender
que durante todo tu pasado has estado en el error.

Ryokan, maestro zen

Poemas de Ryokan

La lluvia ha cesado,
las nubes se disiparon,
el cielo está otra vez sereno
cuando el corazón es puro,
todo es puro en el universo
confiando mi cuerpo al curso de las cosas,
renuncié al mundo para ser libre
con la luna nueva y las flores
he de pasar el resto de mi vida.

sábado, 4 de agosto de 2007

24 de junio de 1994

Te amo,
amo lo imperfecto,
la soledad que te necesita,
el silencio que lleva en sí, tu voz.
Adoro el fuego inagotable que te ilumina,
la fiebre que hierve en tu sangre,
la multitud silenciosa de lo insignificante,
el momento ansiado de unir nuestros cuerpos.
Quiero ser la amante
que buscas en tus sueños,
la senda tempestuosa de tu anochecer,
descubrir tu oscuridad y amarla.
Y entrar en el remolino
y terminar con la razon.
Necesito que seas
mi soplo de aliento para sobrevivir,
mi ultimo suspiro,
que te lleves el silencio humilde de mi pureza,
que me hagas perder la timidez
y realizarme contigo como mujer...

HARIA EL AMOR HASTA MORIR

Cuando a las dos de la mañana
te llamo por teléfono desesperadamente
para decirte que haría el amor hasta morir,
detesto que como un reloj cucú
me des la hora,
me preguntes si he tomado la pastilla para dormir,
si he ido al médico,
si he entregado por fin el artículo del periódico,
si he cenado bajo en colesterol.

Si hubiera hecho todas esas tonterías
estaría igualmente insatisfecha.

Y además...
considera que no será nada frecuente,
en la poca vida que te queda,
que alguien te llame a las dos de la mañana
para decirte que haría el amor hasta morir,
porque a los cincuenta
nadie tiene ganas de hacer el amor hasta morir,
(prefieren morir de cosas normales
como cánceres, tumores, infartos cerebrales).
A los cincuenta ya nadie es romántico,
todo el mundo ha aceptado el fracaso, la hipoteca,
el matrimonio vulgar, gay o hetero,lo mismo da.

Sólo algunos locos se pierden en el mar,
en una barca solitaria,
sólo algunos locos escriben libros,
sólo algunos locos se emborrachan de alcoholes interiores.

Sólo algunas locas llaman a las dos de la mañana
para decir haría el amor hasta morir...
y sin preservativo.

LLEVO TU CORAZON

De la pelicula "In her shoes"

Llevo tu corazón

Llevo tu corazón conmigo
(lo llevo en mi corazón)
Nunca estoy sin él
(tú vas dondequiera que yo voy, amor mío;
y todo lo que hago por mí mismo
lo haces tú también, amada mía
No temo al destino
(pues tú eres mi destino, mi amor)
No deseo ningún mundo
(pues hermosa tú eres mi mundo, mi verdad)
y tú eres todo lo que una luna siempre ha sido
y todo lo que un sol cantará
siempre eres tú
He aquí el más profundo secreto que nadie conoce
(he aquí la raíz y el brote del brote
y el cielo del cielo de un árbol llamado vida;
que crece más alto de lo que un alma puede esperar
o una mente puede ocultar)
y éste es el prodigio que mantiene a las estrellas separadas

Llevo tu corazón (lo llevo en mi corazón)

ACCIONES

No guardo, me muestro inquieta, intuitiva, innegociable.No recojo, me entrego desde el fondo, hasta tu fondo.No finjo, disfruto. Sé que lo disfrutas y me provocas.Humedecer las colchas blancas en deseo, entre cuerpos construir la esencia, el sudor del sexo.
Ver al rostro sin importar que piensas. Continuar, saltar, jugar, besar, ¿amar? Viajar en ese tren al cerrar los ojos, perder sin temor las huellas del pudor sin dominios, sin nombres, sin recuerdos, sin fronteras que limiten los pasos, sin hasta mañanas, sin te quieros, sin compromisos que rompan el misterio al aire libre, en la lluvia, en la noche, sin importar el universo.
Viajo desnuda de vanidades y apenas llevo mis emociones en la maleta. Solo llevo conmigo unas ganas locas, miradas lentas, un incendio forjado de inquebrantable premura porque me tomes, agujas de pasión para coser los mejores momentos a mi piel y agua para beber cuando mi boca esté seca de tanto gemir… Cuando viajemos juntos no necesito nada más.

SENSACIONES...

Me gusta la escritura, la música, la lectura, el vino, el buen sexo y en general el disfrute completo de la vida. Si te complace amar sin condiciones, estamos en sintonía. Me permito ser yo misma, sin tabúes ni inseguridades, sin miedos ni escrupulos. Me entrego a mis pasiones sin pensar en el después. Me gusta todo lo que implica el sexo. Siempre estoy ansiosa de conocer todas mis capacidades. Soy así, una mujer que se le eriza la piel cuando hace el amor.

SIETE SABADOS SIN SOL

Cuenta una antigua leyenda de la vieja Rusia, donde mis ancestros vivian, que durante todo el año, existian siempre siete sabados donde no se asomaba el sol. Mi abuela Sofia, de 91 años, todavia la sigue recordando y, hoy, 4 de agosto de 2007, aparenta ser "uno de esos sabados".
Los sábados eran antiguamente el día de la colada, cuando se lavaban y tendían los cuellos, las tocas, las gorgueras, las sábanas y, en general, lo que llaman “la ropa blanca”. Era, pues, necesario que los sábados hiciera buen tiempo, para que los lienzos se secaran al aire. Estas labores las realizaban las mozas y las mujeres de la casa, en los lavaderos públicos o en las riberas. Era el espacio reservado a las conversaciones femeninas y estaba convenido socialmente que los hombres no fueran a los lavaderos. Cuando una moza no quería ver a un pretendiente, su madre le decía al joven que la niña “estaba de sábado”, es decir, que estaba lavando y tendiendo. Y así como todos los sábados ( o miércoles en algunas zonas) se hacía la colada, así como las ancianas sufren los dolores propios de su edad, así las mozas tienen sus amores y sus devaneos.